UBICACIÓN: Helsinki
PROYECTO
Matías Imbern
Agustina González Cid
Andrés Acosta
León Carpman
Federico Iocco
Eugenio Tenaglia Giunta
EQUIPO
Manuel Bianchi Yasci
Julio Casaccia
Mailen Capobianco
Ignacio Escalante
Facundo Rodriguez Nielsen
Gonzalo Montoya
ASESOR
Ing. Civil Gustavo Bordachar
AÑO 2014
MEMORIA DESCRIPTIVA:
SEGUNDA NATURALEZA
Dado que el Museo exige una gran inversión a la ciudad, es que debe ser utilizado por sus habitantes tanto como sea posible, combinación diferentes actividades. Es por ello que toda la planta baja se concibe como un lugar para la comunidad que es propiedad del Museo, pero utilizado por toda la ciudad. De esta forma, el nuevo Guggenheim es un espacio público, abierto para los Helsinkianos y los ciudadanos del mundo.
Las exigencias climáticas de Finlandia demandan un lugar público cerrado para permitir el encuentro confortable de su gente. Una ‘Segunda Naturaleza’ que puede recrear la sensación de estar fuera en las calles, con la comodidad de estar dentro. La calidad de ‘ciudad interior’ del espacio público es proporcionada por el contraste entre una serie de espacios abiertos concatenados, con programas públicos y una serie de espacio cerrado, que alojan los sectores privados del edificio. En consecuencia, el proyecto funciona como un polo urbano infraestructural, cuyo propósito es atraer a los Helsinkianos a interactuar diariamente, utilizando el Museo como escenario.
El nuevo Guggenheim se convierte en mucho más que un museo. No es sólo un lugar para contemplar arte, sino un lugar para compartir, para leer, para conectar, para disfrutar, para descansar, para reunirse.
FUSIÓN URBANA
El edificio se comporta como un medioambiente interior, convergente con las necesidades de Helsinki mediante la creación de eventos, fiestas, la venta de alimentos, la proyección de películas y la promoción del arte. Morfológicamente, la propuesta busca evitar ser ajena a la arquitectura característica de la ciudad. Tanto la materialidad como la estrategia formal forma, fueron elegidas cuidadosamente con el fin de armonizar con la arquitectura existente de la ciudad, respetando su tradición histórica.
Tres materiales se utilizan para substanciar los elementos clave del proyecto: paneles de ladrillo para la piel exterior, que se combinan con los edificios portuarios; madera finlandesa en el espacio público interior, generando un ambiente cálido y confortable; y los paneles de yeso blanco en las salas de exposiciones, para mejorar la flexibilidad y libertad del arte.
HACIA UN PROGRAMA FRAGMENTADO
Después de definir un contenedor inicial de la masa edilicia que reconozca los requisitos urbanos de sitio, la geometría generativa del edificio se levantó a partir de una grilla interpolada. A partir de ella los programas son extruidos y algunos de ellos elevados, proporcionando a la planta baja con un espacio libre que se apega a las calles de convertirse en un espacio abierto continuo.
El museo está estructurado por tres elementos principales: la plataforma pública, las unidades programáticas y el techo de madera/vidrio. Cada unidad tiene una altura diferente que responder al programa que aloja. Los techos están diseñados de acuerdo a las exigencias exteriores: iluminación natural y drenaje del agua de lluvia. El espacio intersticial entre las unidades se utiliza como instrumento para descansar la mente, sustituyendo al vano como la separación tradicional entre una galería y otra. Este espacio realza la apreciación de las diferentes colecciones impidiendo la contaminación o saturación mental. La fragmentación de las galerías admite también múltiples configuraciones, concibiendo cada una como un mundo distinto. Este sistema da independencia a las exposiciones y la posibilidad de re-organización de muchas maneras posibles.
EXPOSICIONES PÚBLICAS
Aunque las galerías se encuentran principalmente en el interior de las unidades programáticas, también hay exposiciones en el espacio público. Estas piezas de arte están expuestas al público, como parte de la exposición gratuita. Las depresiones y las plataformas móviles ofrecen a los artistas diferentes ángulos para establecer múltiples percepciones de su arte. Además, el atrio central ofrece a artistas contemporáneos la oportunidad de diseñar una exposición aprovechando su gran escala.
Por último, la planta baja pública del Guggenheim Helsinki busca mezclar el arte con el espacio público, generando una conexión que invite a la gente a entrar incluso si no están comprando un boleto.