UBICACIÓN: Pasaje Rufino Ortega 273Bis Dto. 47 - Rosario, Argentina.

PROYECTO

Matías Imbern

Agustina González Cid

AÑO 2007

MEMORIA DESCRIPTIVA:

En este particular emprendimiento, el desafío se desarrolla al enfrentar un programa tradicional -vivienda- para un usuario sumamente atípico -una coneja de 2 años-. Se comenzó a indagar en la posibilidad de reconvertir un balcón de dimensiones mínimas, en un espacio para que la mascota desarrolle sus actividades cotidianas, utilizando a la arquitectura como una herramienta que nos permita analizar, entender y resolver las necesidades del animal; evitando caer en viviendas comerciales fabricadas con preconceptos funcionales y formales.

Luego de un intenso estudio de las actividades de la coneja, como así también de sus diferentes dimensiones a la hora de adoptar distintas posturas; la respuesta llega a través de un objeto único lo suficientemente fluido y dinámico para responder a las cuatro actividades básicas del animal: dormir, comer, evacuar (orín y excremento) y recrearse.

Una estructura plegada resuelve forma y función, utilizando las paredes laterales existentes como apoyos, aprovechando las pequeñas dimensiones por las que están separadas; siendo fundamentales tres premisas a la hora de organizar las actividades: la separación del sector de evacuamiento por los fuertes gases que emana, la ventilación cruzada para una correcta renovación del aire -sin acumular olor-, y una dimensión generosa de espacio semicubierto y abierto como esparcimiento. La cubierta, con sus suaves inclinaciones, permite el tránsito por sobre ella y no solo amplía la superficie de uso del balcón sino que además incentiva el ejercicio físico de la mascota, normalmente puesto en crisis cuando se encuentra en cautiverio.

La elección de la madera como único material tiene que ver con la calidez que le otorga a un roedor, como así también las correctas condiciones de habitabilidad que genera en el interior de la vivienda.